El duelo es el trabajo que inicia el aparato psíquico cuando hemos perdido algo que fue muy importante para nuestro proyecto vital. La pareja, en general, cumple esa función: sostiene, acompaña, comparte, escucha y ama. Su pérdida puede afectar diferentes aspectos de la vida cotidiana, incluyendo el trabajo, las relaciones sociales y la salud física. Este duelo atraviesa distintas etapas : negación, confusión, ira, tristeza, aceptación y superación. Indaguemos un poco más:
Las personas más propensas a experimentar un duelo por separación, son las parejas casadas, las parejas de larga duración, y personas que han invertido emocionalmente en la relación.
La edad, el género y las circunstancias individuales pueden influir en la intensidad del duelo; sin embargo, cada uno experimentará y resolverá la pérdida de acuerdo a sus propios recursos emocionales y simbólicos, las pérdidas anteriormente vivenciadas y el lugar particular que la pareja haya ocupado en su vida.
El impacto del duelo por separación en tu vida
En la autoestima: Si la vida nos impone una ruptura de pareja, este suceso afectará nuestra autoestima y la percepción que tenemos de nosotros mismos, inevitablemente. Sin embargo, es una gran oportunidad para cultivar el amor propio y el sentido del valor personal. Al enfrentaros con angustia de existir, con nuestras propias limitaciones y prejuicios, podemos liberarnos de los ideales que nos atan y nos impiden ver la verdad del ser. Una experiencia dolorosa es siempre propicia para indagar en el sentido del propio ser y de la propia existencia
En la visión del futuro: Veremos que esta experiencia dolorosa disminuye nuestra capacidad de imaginar un futuro y establecer nuevas metas y aspiraciones. Es el momento de redefinir la identidad, el proyecto vital y el sentido de la vida. Un arduo trabajo nos espera. El trabajo de duelo. De allí saldremos transformados.
En las expectativas de relaciones futuras: Sentiremos miedo y una vulnerabilidad tan intensa que no será posible imaginar relaciones futuras mientras dure el trabajo de duelo. Es un tiempo de introspección, autoconocimiento y reconstrucción de uno mismo. ¡Enhorabuena!
La importancia de la aceptación y el perdón en el proceso de duelo
Aceptación de la realidad: la atención plena o mindfulness es una técnica muy valiosa para aceptar lo que nos ocurrió y practicar el desapego emocional.
Perdón: Tanto hacia el o la ex, como hacia uno mismo. Para ello es importante reflexionar sobre los motivos, temperamentos y circunstancias que nos llevaron a la separación, para comprender y aceptar que no había otro resultado posible.
Cómo tratar el duelo por separación de manera efectiva. Herramientas de autocuidado
El ejercicio diario es fundamental; genera endorfinas, mantiene la mente ocupada, fortalece el cuerpo y el espíritu.
Incorporar la meditación a la rutina diaria; genera calma mental, despeja el pensamiento y favorece el control mental. Este entrenamiento nos enseña a direccionar el pensamiento hacia lugares saludables, evitando el regodeo en el dolor.
Mantener las rutinas diarias, aún cuando no haya deseos de continuar. Obligarnos.
La terapia individual puede ayudar a procesar el duelo más rápidamente y con mayores recursos y estrategias de afrontamiento.
El papel de la terapia en el proceso de duelo por separación
La terapia individual puede proporcionar un espacio seguro para explorar y procesar los sentimientos relacionados con la separación, así como para desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Pero no solo eso; esta es una gran oportunidad para atravesar la angustia, conocernos a nosotros mismos, perdonarnos, generar fortalezas y salir del proceso transformados, y mejores que como entramos.
Pronóstico del tratamiento y recuperación
El tiempo de recuperación de un duelo por separación varía según las circunstancias individuales. Sin embargo, las herramientas de autocuidado ya mencionadas aceleran el proceso significativamente.
Factores que influyen en la recuperación: El apoyo social, la disposición para trabajar en la propia sanación y la adaptación a la vida sin la pareja pueden afectar el proceso de recuperación.
Señales de progreso: una progresiva adaptación y aceptación de la separación, como el retorno a las actividades disfrutables y la disminución de los síntomas de duelo.
Conclusión: Avanzando hacia un nuevo comienzo después de la separación
Una separación puede ser la oportunidad para reinventarnos. Esa persona que ya no forma parte de nuestra vida, nos está enseñando, aunque no lo sepa, a conocernos a nosotros mismos, y a realizar el desafiante trabajo de reconstrucción de uno mismo. Apliquemos lo aprendido.
Caso clínico ilustrativo
Josefina, 46 años, soltera, sin hijos, profesora de historia. Inicia tratamiento con un cuadro de ataques de pánico recurrentes. En el curso de las sesiones va desplegando su historia de pareja. Conoció a su ex a la edad de 34 años mientras cursaba un programa de inglés. Él 16 años mayor que ella, 3 hijos, divorciado y ya retirado de la policía, oficio en el que se había desempeñado en su juventud. No fue amor a primera vista, a Josefina le llevó más de 2 años consolidarse en la relación, siempre desapegada de todo compromiso. Sin embargo, cuando reconoció que ese hombre era un ancla en su vida inestable y de mudanzas constantes, se ligó con fuerza, y lo siguió.
Se muda, una vez más, a la ciudad que él elige para vivir, dejando la estabilidad que había conseguido, su trabajo y su departamento. En el curso de la relación ella no sintió la necesidad de convivir, de hecho, no vivían juntos. No sintió deseo de maternidad, de hecho interrumpió un embarazo. No sintió miedo a perderlo, de hecho no podía demostrarle su amor pese a las recurrentes demandas de él. Era fría. Se sentía fuerte, independiente y con gran capacidad para el desapego.
Josefina no reconoce la pérdida sino hasta 2 años después. El primer tiempo sufrió, pero estaba demasiado ocupada en su trabajo y estudio como para conectar con el dolor. El segundo año comienza a registrar la ausencia, y el sentido que él le daba a su vida en la ciudad que habitaba, y en su vida. Cuanto más registro, más angustia y más temor a perder la razón y el sentido de su vida. Comienzan los ataques de pánico: aceleración del pensamiento, miedo a enloquecer, palpitaciones, sudor frío. Y es con este cuadro sintomático que finalmente inicia su trabajo de duelo y conexión con ella misma, y con la pérdida tanto tiempo negada.
Durante la terapia aprende a meditar para aliviar el dolor y encauzar sus pensamientos, retoma la actividad deportiva que había abandonado, y comienza a reconocer sus rasgos de carácter: narcisista, intransigente, desapegada. Rasgos que le costaron la relación. Sin embargo también comprendió que el final no podría haber sido otro. Ambos tenían distintos proyectos de vida: él quería una familia, una esposa; ella sólo lo quería a él, y había dejado todo por seguirlo, aunque a su estilo, y con sus condiciones. Para continuar juntos uno de los dos debía ceder parte de su ser. Ninguno cedió.
Continúa en terapia, con una tristeza serena que la acompañará un tiempo más, hasta que haya elaborado el duelo por esos 10 años de amor, y en su lugar emerja otra cosa. Paso a paso.
Referencias bibliográficas:
Jorge Arturo Martínez Gómez, Mónica Sandoval Cano, Mayuris Liseth Soler Cantillo, Yolima Bolívar Suárez (2021). Duelo Amoroso, Dependencia Emocional y Salud Mental en mujeres que han terminado una relación de pareja. Informes Psicológicos, ISSN-e 2422-3271, ISSN 2145-3535, Vol. 21, Nº. 1, 2021 (Ejemplar dedicado a: Jan-Jun), págs. 101-116 https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8333031
Ardila González, Anji Estefania Ojeda Garrido, Katherine (2019) Síntomas y signos de personas que afrontan el duelo por ruptura amorosa. Universidad Cooperativa de Colombia, Arauca-Arauca, Colombia Facultad de ciencias sociales y humanas, programa Psicología.
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